SBIRT- Servicios integrados para la detección, breve intervención y referido a tratamiento en el cuidado primario.
En Puerto Rico se estima que el 11.5% de los adultos cumple con criterios para un trastorno relacionado al consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias. El trastorno por consumo de alcohol representa la prevalencia de consumo más alta, seguida por la nicotina y otras sustancias.
Cabe destacar, que no todas las personas que usan alcohol y sustancias desarrollan trastornos, aunque sí pudieran presentar consumos riesgosos que como resultado afecten la seguridad y la salud de los pacientes. Se ha documentado que las sustancias más utilizadas por jóvenes escolares en Puerto Rico son el alcohol, marihuana, tabaco y pastillas no recetadas.
Los riesgos asociados al uso de alcohol y sustancias son prevenibles y pueden ser atendidos a través de SBIRT tanto en adultos como en adolescentes. Este enfoque de salud pública permitirá reducir costos, mejorar la salud y la experiencia de los pacientes que reciben servicios en el cuidado primario.
Un proyecto exitoso de SBIRT representa un gran desafío por lo que es importante determinar las metas, objetivos y estrategias en la implementación del proyecto. También es necesario abordar las barreras organizacionales, integrar el récord electrónico de salud (EHR), definir procesos de facturación y codificación, establecer medidas de calidad, revisar flujo de servicios, desarrollar protocolos y mejorar la capacitación profesional.
Tratamiento Medicamente Asistido (MAT) con buprenorfina.
En Puerto Rico el único medicamento para el tratamiento del trastorno por consumo de opioides disponible para la atención primaria es la buprenorfina. Este medicamento ha mostrado ser eficaz a través de décadas de investigación para prevenir las muertes por sobredosis asociadas al uso de opioides.
En Estados Unidos durante el 2021 se documentaron más de 100,000 fatalidades relacionadas a los opioides, como la heroína, fentanilo y sus análogos. Como respuesta a este fenómeno la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental (SAMHSA por sus siglas en inglés) y el Instituto Nacional de Drogas (NIDA por sus siglas en inglés) han destacado la importancia de desarrollar programas de tratamiento basados en evidencia y de fácil acceso.
La literatura ha señalado múltiples beneficios en el Tratamiento Medicamente Asistido (MAT por sus siglas en inglés), incluyendo aumento en la retención, en el bienestar y la calidad de vida de los pacientes. A su vez, el acceso a estos servicios reduce el potencial de muertes por sobredosis y encarcelamientos.
Dado a la histórica fragmentación entre los sistemas de salud física y mental es importante considerar una multiplicidad de barreras y requisitos durante el proceso de planificación e implementación del MAT. Esto puede incluir evaluación de recursos, desarrollo de manuales, licenciamiento, procesos de credencialización, facturación, contratación, capacitación y cambio de cultura organizacional.